Una escena arquitectónica no es solo cuestión de modelar paredes y colocar mobiliario. Es una oportunidad para contar algo: cómo se vive en ese espacio, qué sensaciones transmite, qué historia cuenta la luz al atravesar una ventana.
En este post te comparto algunos puntos clave que aplico cuando trabajo en renders de arquitectura:
1. Referencias reales: el punto de partida
Antes de abrir el software, recolecto referencias de materiales, iluminación, y arquitectura real. Esto me ayuda a definir el tono visual del render desde el principio.
2. Modelado limpio y eficiente
Menos es más. Apuesto por geometría bien optimizada, sin detalles innecesarios que sobrecarguen la escena. El modelado preciso es la base de una visualización profesional.
3. Materiales PBR con alma
No uso materiales genéricos. Cada superficie tiene una historia: desgastes, texturas sutiles, pequeños errores… Lo que hace real un render son esos detalles que muchas veces no se ven, pero se sienten.
4. La luz lo es todo
Trabajo la iluminación como si estuviera fotografiando el espacio. Uso HDRIs realistas, luces cálidas y direccionales, y juego con sombras suaves para crear una atmósfera envolvente.
5. Postproducción con propósito
No todo acaba en el render. En la postproducción ajusto niveles, corrijo color y añado pequeños retoques para destacar la intención del proyecto sin perder naturalidad.

